viernes, 9 de julio de 2010

Te regalo mi sangre, dulce amor vampiro



Quisiera contarle una historia, pero no se por donde empezar, mi alma no descansara en paz hasta que esta historia sea contada al mundo.


Bueno creo que debería comenzar por el principio aunque incierto es de hay donde nace el verdadero drama de mi existencia.


Hace algunos meses atrás conocí a un chico en una de las fiestas de mis amigos, me atrajo de un comienzo,era alto, algo pálido, de mirada penetrante, pensé que el nunca se fijaría en alguien como yo, bueno no soy muy alta, ni tampoco una chica guapo pero no soy fea.


En eso estaba equivocada el si se fijo en mi, esa noche me pido si pudiera bailar con el, y no lo pude resistir bailamos toda la noche, conversamos, el no me dejo ningún momento a sola, yo estaba en otro mundo, nunca un chico se había interesado de esa manera en mi, lo pueden creer, el joven mas guapo de la fiesta quería estar conmigo.


Desde esa velada el me invito a salir, todas las tardes después de que el sol se escondía el me recogía en la puerta de mi casa, y hay me dejaba antes de que amaneciera, a mi padres no le gustaba que yo saliera con el, me reclamaba que era muy tarde, que comenzaba a descuidar mis estudios, pero yo vivía mi cuento de hada y nadie y nada me lo iba a quitar. Dormía todo el días esperando la llegada de que el viniera a buscarme, se fueron alejandose de mi todas las personas a quienes algún día les importe.


Pero yo jamas imagine los oscuros secretos que detrás de mi príncipe yacían, una noche en que por fin pensé que me iba a pedir pololeo formalmente, si ante entonces lo había besado apasionadamente pero jamas habíamos formalisado nada.


Me llevo a la parte mas oscura y con estas palabras me dijo:- Quisiera pedirte algo, pequeña dama mía; mi corazón latia por ciento, apenas controlaba lo que sentía pero fue hay cuando los vi esos ojos rojo como la sangre en es tez pálida, no lo comprendi, fue entonces que termino de hablar:- Dama mía regalame tu sangre.


Lentamente se acerco yo no podía moverme , entero sus colmillos en mi cuello y comienzo a beber mi sangre, antes que terminara yo le dije:-te regalo mi sangre, dulce amor vampiro.


El me quedo mirando, pero yo ya estaba muerta, en ese momento el comprendio que yo lo amaba tanto que no le reprochaba el de haberme matado para beber mi sangre.


De verdad ame y amerare por la eternidad al vampiro que me mato y no me convirtió, ahora puedo descansar el paz, solo con el deseo que mi eterno amor siempre se encuentre en bien.


El amor es la pasión de la vida, yo la entrege a mi amor vampiro y no me arrepiento por ello, pero parece que el si, un beso te doy.