jueves, 19 de abril de 2012

Océano, una pequeña carta

Te escribo para decirte lo mucho que tu presencia a mi lado me sirve en estos momentos.

Sabes hoy que me toca estudiar para una prueba muy difícil de matemática, recordaba cuando mi hermana te enseñaba a ti, yo pensaba yo también quiero que alguien me ayude con esto, no quiero terminar con un rojo en mi primera prueba de matemática en la universidad.

Sentía como si estuviera en un gran océano apunto de ahogarme, pero entre números y letras que comenzaban a no tener sentido y solo me tiraban al fondo, pero fue en ese momento que te vi, a mi lado ayudándome a flotar, ayudándome a salir de este océano que me quiere tragar, me tendiste tu mano y como siempre la acepte, me protegiste entre tus alas, y me diste la luz que en mi mente así falta para luchar con mayor fuerza por la metas que me he planteado, porque se que jamas estaré sola, siempre te tendré a ti a mi lado.

Mi ángel de compañía como siempre te doy la gracias por permanecer a mi lado contra todo, contra viento y marea, protegiendo mi alma de las debilidades de este cuerpo limitado, contra los miedo de esta mente que vuela en los sin fin de pensamiento.

Mi querido niño se que cuando de esa prueba no estaré sola estaré contigo, seremos tu y yo contestando la, poniendo todo de nuestra parte para superar aquel vástago océano que nos rodea y así llegar a la orilla, para extendernos en la arena uno al lado del otro con nuestras metas cumplidas y con nuevos sueños para volar.

Gracias mi ángel por siempre darme tranquilidad cuando más lo necesito.

sábado, 14 de abril de 2012

Mea, una vez mas y mil veces aun faltan

Tengo tan grabado el tiempo de que un maldito cerro eternamente tus ojos y te sumergió en un sueño que deseo compartir, para no seguir en esta tierra que en el infinito tiempo que pasa no encuentro sentido para continuar con mis pasos, para cruzar las complicaciones que me impongo para olvidar, para alejar al mundo de mi mundo en que solo quiero estar en una profunda tiniebla a la eterna espera de cerrar mis ojos y sumergirme en ese mar oscuro del sueño eterno.
Mi amado ángel deseo ir hacerte compañía a donde quieras que estés, pero se que dañaría a muchos, seria egoísta de mi parte buscar lo que mi alma necesita, debo seguir en estos pasos para complacer a los ademas que me rodean, su felicidad sobre mi felicidad, mi maldita felicidad que años atrás compartía contigo pero que este eterno pasar del tiempo apogo y solo dejo cenizas que avivan de momentos en una mera ilusion de calor, hay mi ángel solo a ti puedo hablarte contarte esto que te escribo en cada carta.
Mi niño se que me acompaña en mis pasos porque solo tu presencia o la ilusión de que mi mente desesperada de crearla es el flotador que me mantiene a flote en esta vida que para mi dejo de ser vida hace un infinidad de tiempo.
Hoy que mucho te recuerda con especial angustia, quiero decirte que tomes mi mano, la cojas con fuerza, para no sentirme perdida, que mantengas firme las cadenas que unen mi alma con la tuya para no perderme de ti.
Con una lagrima de mi alma que no es visible, con una alegría de mera ilusión, y con momento que evado la realidad, me despido en esta breve relato de ti mi amado, mi pequeño, mi amigo, mi hermano, mi... mi ángel de la vida. Mea, Mea dimitte proditiones

domingo, 1 de abril de 2012

En un sueño te enconte

En un solo sueño te volví a encontrar, volví sentir tu presencia escuche tus palabras, sentí la alegría y la nostalgia de tu ser, pero me brindaste la energía que realmente necesitaba para continuar este camino.
Tus palabras, tu tacto al tocarme para que te escuchara y no huyera de ti, están tan vivas en mi que realmente podría decir que fue real, no una inmersión de esta mente que tanto de menos te echa, gracias por decirme que este era un nuevo comenzar, para una amistad olvidada que renacerá de las ceniza primero como un espíritu, en donde tu ser y el mio unidos estarán, hasta que nuestras reencarnaciones se vuelvan a encontrar, gracias por contestar a mis disculpas, a decir todo lo que yo me gurdo de aquel bello sueño en que te soñé, el primero desde tu partida y realmente espero que no sea el ultimo.
Mi ángel de mi cielo, gracias por tu compañía, gracias por estar tan presente en mi vida y espero con ansia el día de nuestro rencuentro, pero hasta aquel momento siempre te llevare colgado en mi cuello cerca de mi corazón y tu recuerdo como mi mayor tesoro.
Algún día te volveré a abrazar, a tomar de las manos, a sentir tu respiración, como aquel sueño, algún día mi ángel me rencontrare contigo.