domingo, 16 de noviembre de 2014

Simplemente una historia (parte 7)

La manilla de la puerta giro lentamente, pero mi corazón se lanzo a correr mucho antes incluso que pudiera ver a la persona del otro lado, un anhelo me invadió y por un instante dese conocer a quien me tocaba cuidar, hasta que por fin lo logre, no se porque en el momento que vi a lo profundo de esos ojos sentí nostalgia, pero pronto la alegue recordando que no era lo que quería, yo no quería protegerla porque a pesar de todo no la conocía e incluso sentí rabia, tenia mi misma edad, de seguro debía estar volviendo del liceo, de pasar un día con los amigos, de reír, por que su tiempo no se detuvo y el mio si, yo tuve que abandonar todo y ahora tendría que protegerla, si mi protegido resulto ser una chica de mi misma edad prácticamente, llevaba puesto el uniforme del liceo, el pelo tomado y bueno no escapaba de lo que era una chica normal, como cualquier otra que hubiera conocido.
Ella dejo sus cosas ordenadas, se cambio de ropa y se puso hacer sus deberes, tiempo que aproveche para salir de la habitación a ver un poco mas, no me interesaba lo que ella hiciera, no me importaba en absoluto, de seguro seré el peor guardián, pero para mi mejor a lo mejor así volverá Rafael y me sacara de aquí, porque no pondría de mi parte para cuidarla. Al igual que en el cuarto no había ninguna foto en las paredes, se notaba una casa muy lúgubre, prácticamente muerta, en la sala encontré a una señora de edad leyendo y el resto nada, parece que las únicas que vivían en ese lugar eran la chica y la mujer, pero definitivamente no me hubiera gustado jamás conocer un ambiente tan deprimente como lo eran esas paredes que conformaban ese hogar, regrese al cuarto y ella ya se había acostado, me acerque a sus cuadernos a ver si podía sacar de ahí su nombre, sentía curiosidad y bueno después de ver varios (a nuestra edad ya nadie pone nombre en su cuadernos) encontré lo que buscaba, mire la letra y la mire a ella, así que su nombre era Noemí.
Los días comenzaron a hacerse muy pesado para mi, monótonos y aburridos, estaba completamente fastidiado con esta situación, no estaba interesado en lo que le podía pasar a Noemí, la rutina era la misma, salia temprano en la mañana rumbo al liceo (ya estaba en cuarto, mismo cursos en que estaba yo, de seguro preparando la licenciatura,la PSU) y volvía tarde, note que la relación con la mujer de edad (quien era su abuela) era muy fría, distante y apostaría sin temor a equivocarme que la anciana la odiaba, no me pregunten el motivo, nunca lo averigüe, como tampoco indague porque vivía con su abuela y no con sus padres.
Ya estábamos en los últimos días de noviembre, prácticamente llevaba cuatro meses muerto y tres atrapado en este lugar, ya no estaba en mi ciudad, estaba muy lejos de mi casa, odiaba a Noemí creo que la he hecho culpable de todo el rencor, odio que siento por lo que me paso, se que es injusto pero que esperaban, yo solo quería volver a casa y ver que ella podía seguir todo lo que a mi se me había negado era un recordatorio constante y por lo tanto no estaba interesado en protegerla, ni en saber nada de ella. Estaba mirando por la ventana una noche en que solo estábamos Noemí y yo en casa, su abuela se había ido por algunos días a la playa con otros de sus hijos, la mujer trataba muy mal a su nieta, la cual no respondía a la agresividad de su abuela, sabia que ella no la pasaba bien, habían ocasiones que volvía con la ropa sucia y algún golpe en el rostro, señal clara que se había peleado en la escuela y en ocasiones la veía derramar lagrimas en silencio, no le tomaba atención a nada de esto, no era mi problema me decía y la ignoraba.
-Esperaba más de ti Javier, dijo alguien a mi espalda, al darme vuelta estaba Rafael al lado de la cama de Noemí.
-Te había dicho que no quería cuidar a alguien que no conociera, le conteste molesto.
-No eres así Javier, este no eres tú, tienes que saber esperar y darte cuenta que las cosas aunque nos parezcan a la azar tienen un porque detrás, dime realmente no te interesa todo lo que pueda ocurrir con Noemí, tú podrías ayudarla mas de lo que te puedes imaginar, me contesto, yo lo mire fijamente un instante, mi fachada de despreocupación de estaba cayendo.
-Se la puede arreglar sola, dije intentando aun sonar despreocupado, Rafael me iba a contestar cuando se escucho el grito de Noemí otra vez pesadilla, había tenido pesadilla los últimos días, debían ser muy malas, despertaba agitada, respirando rápidamente, con lagrimas, realmente muy mal, prácticamente no descansaba, Rafael me miro, "como has algo" y yo debía decidir en ayudarla o seguir como si nada, que aria, realmente tenia el corazón de verla otra vez sufrir.
¿Que hago?
Si te has perdido alguno de los otros fragmento aquí te lo dejo

viernes, 14 de noviembre de 2014

Primero amor, carta 39

Cerrar los ojos respirar profundo y volverlo abrir con la frase tres año, pero no son tres años son mas, es mas el tiempo que ha avanzado como si nada hubiera pasado, avanza tan rápido que no da tiempo a nada, que no deja respirar, que asfixia de momentos al recordar que el avanza solamente y no retrocedes por mas que lo has deseado estos 39 meses, que al cerrar los ojos nada a cambiado, que no despertaras en ese momentos que tanto anhelas volver, que lo echo, echo esta y que el destino fue ese que solo queda resignarse, aceptar y continuar, claro yo puedo continuar, lo hecho, seguí con lo que se venia para mi, tome una carrera y estoy estudiando ya en tercer años lejos de lo que era nuestro recuerdos, lejos del lugar en donde un día nos conocimos, solo para escapar lo mas lejos del dolor, pero no pude, simplemente 1900 kilómetros no son suficiente para que esto no duela, para decir que ya no duele que me he resignado a tu partida, no, simplemente no creo ser capaz de algún día poder hacerlo, para mi la mas grande mentira que la humanidad ha inventado es que el tiempo sana, no, no sana, no cura, no ayuda mucho mas bien es un recordatorio de lo que ha pasado, de como el puede continuar sin importar lo que le pase a nuestro mundo.
Claro ya no lloro, logro fingir mucho mejor que no me duele, sonreír en este día, hacer como si nada ha pasado, pero solo ha sido porque debo continuar, caminar lo que ha ti se te fue negado, ser una buena persona para que te sientas orgulloso de mi, porque tu me cuidad, cada día, a cada instante y se o pienso que nunca te gustaría verme desmoronada, alejada de la niña que conociste, consumiéndose una pena constante y latente, no, no te gustaría verdad, y aunque mis ojos se llenen de lagrimas cuando los cierro y recuerdos tu sonrisa, sonrió, porque te quiero, porque estoy feliz de haberte conocido, de haber podido llamarte amigo, de todo lo que compartimos, soy feliz de que hayas sido mi primer amor, de haber experimentado todo lo que viví en tu compañía y ahora que estas en el cielo y yo en la tierra podres siempre recordarte como ese amigo inseparable de la infancia, como el nombre que escribía en mi agenda encerado en un corazón, porque si me preguntan que es la cosa que mas recuerdo de mi infancia, seras lo primero que nombrare, eres lo mejor que me paso en vida.
Te amo mi ángel y espero algún día volver a coincidir contigo.

Primero amor

Nada mas hermoso que el primer amor
nada mas tiernos cuando dos corazones
laten al mismo ritmo por primera vez.
...
Cuando dos personas descubren ese sentimiento
cuando te das cuenta de las mariposas en el estomago
cuando anhelas estar abrazada a esa persona
cuando quieres que su mirada de crucen.
...
Amor, el primero amor
ese que se escribe una sola vez
el despertar al sentimiento de cupido
el amor infantil, incondicional
de lo que a penas conocemos de amor.
...
Ese que nos hace dibujar su nombre
con corazones, el suspiro que guarda un te quiero
el amor que nos hace brillar al verlo,
al sentirlo cerca, al estar con él.
Ciao 14 

domingo, 9 de noviembre de 2014

Simplemente una historia (parte 6)

Al darme vuelta estaba el hombre del cementerio mirándome con una sonrisa.
-¿Quién eres? volví a preguntarle, él camino hasta quedar parado a mi lado, ese sujeto irradiaba paz.
-Mi nombres es Rafael soy un ángel guía y es mi deber Javier guiarte en esta nueva etapa, estas listo para comenzar, dijo el hombres, yo lo mire un instante y por ultimo suspire.
-El tiempo no retrocede y debo asumir lo que me ha pasado, estoy listo para marcharme, dije con la voz melancólica que estuviera resignado a lo que fue mi destino no significaba que había dejado de doler, seguí considerandolo injusto.
-Hijo, cierra los ojos, me solicito el hombre, yo hice lo que me pidió, sentí que ponía su mano en mi hombro sentí una sensación extraña, como si una energía recorriera todo mi cuerpo, sentí que mis pies dejaron la tierra un instante, cuando el me soltó caí al suelo, abrí mis ojos de inmediato, mire en todas las direcciones, estaba sentado sobre nieve, era una alta montaña.
-¿Dónde estamos?, pregunte levantándome del suelo, ahora llevaba puesto una camisa blanca y un pantalón de tela de mismo color, estaba descalzo y aunque sabia que era nieve no sentía el frió habitual.
-En los himalayas, no crees que es hermoso, dijo el hombre respirando profundamente, no le negaba que era hermoso, pero no le entendía.
-Por qué me has traído aquí, pregunte y Rafael me sonrió.
-Porque Javier a ti se te ha designado una tarea especial, fuiste un chico bueno, siempre preocupados por tu amigos y familias, con alegría autentica, eras una persona real, decías lo que te molestaba y hacías lo tuyo para hacer el mundo mejor, no digo que siempre fuiste ejemplar, nadie es perfecto y esa es la gracia del ser humano, pero tu siempre luchaste y por eso se te dio la oportunidad de ser un guardián, cuidaras a alguien en la tierra, dijo Rafael sonriéndome, una punzada de alegría me invadió.
-Seré un ángel de la guarda, dije sonriendo.
-Bueno así lo llaman los vivos, pero básicamente si, tienes una persona designada a proteger, pero Javier no es alguien que conozcas, me contesto Rafael y mi sonrisa desapareció, yo quería proteger a alguien que conociera, estar cerca de mi familia, por qué tenia que proteger a un desconocido.
-No quiero proteger a alguien que no conozca, dije molesto, pero en respuesta recibí una sonrisa de Rafael y volvió a tocarme, volví a sentir esa energía recorrer mi cuerpo y en un instante estaba en una casa, dentro de una habitación.
-Mi niño todo pasa por algo y nada es a la azar la vida puede darte cientos de sorpresa y tengo fe en ti Javier que aprenderás a aceptar y hacer el guardián de la persona que se te designo, dijo Rafael en el instante que volvía a desaparecer sin dejarme discutir nada.
No quería ser el guardián de esta persona, estaba molesto y no lo aria, aunque no sabia que podía hacer ahora, mire el cuarto no había fotos ni nada que me indicar quien podía ser el dueño de ese cuarto, así que me senté en una silla a esperar, estaba atrapado ahí quisiera o no, ya por la noche sentí ruido, que alguien subía la escalera, mire en dirección de la puerta, era hora de conocer a quien me habían asignado.
Gracias por leer este sexto fragmento.
Si recién conoces la historia o te has perdido alguno de los fragmento aquí te los dejo n.n



miércoles, 5 de noviembre de 2014

Princesa

Despertó la princesa del sueño eterno
ya sin alma, sin huellas de su corazón
aquel corazón roto en mil pesado,
mil años anterior al despertar.
...
Sus ojos, sus ojos dulces,
fueron ahora remplazado 
por dos trozos de hielo,
sin rastro de la niña que era,
sin marca de la inocencia de su mirar,
solo con las huellas de esa traición.
...
Dormir mil años para olvidar
aquello que pensó eterno, pero fue efímero,
la princesa no pudo arrancarse
de los recuerdo aquel que jugo
con su corazón y lo destoso,
ni mil años lograron desaparecer
de su sueño aquel príncipe
que le había jurado amor eterno.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Simplemente una historia (parte 5)

Subí las escaleras y llegue a la puerta del cuarto de mi madre, la traspase y me encontré una vez más dentro de esa habitación desde que todo había comenzado había estado en ese lugar un par de veces, siempre viéndola dormir, pero nunca fueron sueños apacibles, siempre me llamaba en sus sueños la veía moverse inquietamente en su cama y podía ver sus lagrimas caer aunque estuviera durmiendo, en esta ocasión me estire a su lado y la rodé con mis brazo.
-Javier, dijo ella. Cerrando mis ojos le conteste.
-Mamá, aquí estoy.
Cuando volví abrir mis ojos ya no estaba en el cuarto de ella, no se como lo hice solo me metí en su sueño, me imaginaba que de esta manera me podría comunicar con ella, había escuchado que los muertos nos pueden visitar en nuestros sueños cuando era pequeño y ahora lo estaba experimentando. Mire en todas direcciones buscándola pero no se veía en ningún lugar de ese amplio paisaje, estábamos en el campo, hace mucho tiempo que no veía ese lugar recordaba que de niño pasaba dos semana en el campo, pero no recuerdo más, por lo mismo comencé a caminar, acompañado de la suave lluvia que caía, mire al cielo cubierto de esas nubes negro que no se apartaban en ningún momento, camine hasta llegar a una pradera, ahí la encontré sentada en el pasto, mirando a la nada mientras que la lluvia caí y la cubría, las nubes negras se concentraba a su alrededor y de echo todo lo que la rodeaba era como si estuviera muertos, las flores decaídas y opacas, camine hasta estar a su lado.
-Mamá, dije y ella se volteo a mirarme y como si despertara de un sueño eterno se levanto del suelo y me abrazo fuerte, yo la rodé de inmediatamente y sentí como comenzó a llorar entre mis brazos mientras la lluvia se hacia mas intensa.
-Mi niño, mi niño has vuelto, no sabes como te extrañado, pero ahora te prometo que te cuidare y nunca más te dejare que nada malo te pase, te lo prometo Javier, te amo con todo el corazón, te amo hijo, dijo mi mamá entre sollozo, le acaricie el rostro un instante antes de decirle lo que tenia que decirle, debía decírselo, debía despertarla y darle nuevos aire de vida y sabia que seria difícil que ella se resignara a mi partida.
-Te amo mamá, y se que siempre me protegerías y que me amas mucho, eres una gran mujer no sabes cuan orgulloso estoy de poder llamarte mamá, que me cuidaras de niño, que me enseñaras cada día a ser una gran persona, que inculcaras en mi lo valores que hoy me destacan, mamá no sabes cuanto te amo y cuan agradecido de ti estoy, dije mirándola al rostro, ella seguía llorando pero mas calmadamente y la lluvia se había reducido a una simple llovizna.
-Javier eres mi niño, mi pequeño, dijo mamá.
-Mamá quiero que me hagas un favor, quiero que sigas sin mi, que despiertes de este letargo que recuperes tu sonrisa, que vivas feliz cumpliendo todo los sueños que aun te faltan, dije y ella me miro sorprendida y comenzó a llorar nuevamente.
-No Javier, hijo no me puedes dejar, por favor vuelve, hijo no puedo seguir si no estas conmigo, por favor Javier quédate conmigo yo no soy nada si no te tengo, no te vayas, dijo mi madre suplicándome que me quedara, la lluvia que nos había acompañado se desato violenta.
-Yo no puedo quedarme, mi tiempo se acabo en esta tierra y me debo marchar, pero no me puedo ir dejando te así, tengo que saber que vas a continuar, le conteste.
-No, me iré contigo, no te dejare nunca más solo, debo cuidarte, contesto mi madre abrazándome fuerte, yo la obligue a que me soltara y que me mirara.
-No mamé tu te tienes que quedar... dije pero ella me interrumpido.
-No Javier, hijo no puedo, me grito y cayo de rodilla llorando, la mire esto me estaba partiendo el corazón en dos pero tenia que ser fuerte, lo tenia que ser por ella, me arrodille a su lado.
-Mamá, tienes que quedarte para cuidar a Amanda, a Laura y a tu nieto, aun ellos ten necesitas, mamá te has despreocupado de mi hermanita no le hablas, aunque ella insiste en animarte en charlar contigo, no la acompañas, ella tiene que vivir todo esto sola, si tiene miedo la a ocultado para darte fortaleza, pero es injusto ella necesita que tu la protejas yo necesito que tu la protejas, como me protegiste cuando yo era pequeño (no recuerdo porque cuando era pequeño mi madre y yo pasamos por un momento muy duro solo se que ella tuvo que recuperarse de su pena para ayudarme a mi, pero una parte de mi bloqueo ese dolor), fuiste mi sol en mi tormenta, tienes que ayudar a Laura con su hijito ella también te necesita, necesita de tu consejo, tu familia necesita el sol que siempre fuiste, eres nuestras fortaleza, mamá yo no quiero esta tormenta en nuestra casa yo quiero ver el sol que eres, tu sonrisa y tu fortaleza, yo quiero que Amanda crezca en un hogar feliz, como yo crecí, le dije y ella me miro fijamente un momento sin decir nada, hasta que me abrazo, le devolví el abrazo y vi que lentamente la lluvia pasaba y el sol volvía a brillar y un hermoso arco iris era dibujado en el cielo, la ayude a levantarse y ella me sonrió.
-Seguiré por ti hijo, porque me lo pides, seguiré para apoyar a tus hermanas, para cuidar de ellas como tu siempre lo hiciste, te amo mi Javier, dijo mi madre sonriéndome yo le devolví la sonrisa vi otra vez ese brillo de ella, esa luz que siempre nos guió y sabia que de apoco como los demás irían superando todo esto, lo bueno era que ya habían comenzado a avanzar otra vez.
-Siempre los protegeré, pero ahora quiero que me hagas un ultimo favor, despierta, le dije besándola en la mejilla.
Mi madre abrió sus ojos en su cama con una sonrisa dibujada en su rostro, se levanto y tomo la foto que tenia de mi en su velador, la contemplo un momento y bajo a reunirse con el resto de la familia que aun estaban en el living, abrazo fuertemente a Amanda y a Laura, les digo que las amaba mucho y mis hermanas le sonrieron.
-Por Javier hay que continuar, debemos avanzar y salir adelante como familia, dijo mi madre y todos sonrieron, todo habían llegado a la misma conclusión y pude ver a mi familia con nuevas ganas de vivir y eso lleno mi corazón.
Ahora me tocaba a mi, yo sabia que como se los pedía a ellos yo también debía continuar, los mire una ultima vez riéndose mientras compartían en la mesa antes de salir de casa, camine por la calles ya oscuras, sin miedo a lo que me esperaba, el hombre del cementerio tenia razón yo no podía volver el tiempo atrás y tenia que seguir avanzando aceptar lo que me había pasado aunque fuera injusto, eso se lo había pedido a mi familia y yo no podía hacer menos, mis pasos me guiaron a esa calle que fue el escenario de mi muerte, me detuve en el lugar exacto donde todo se había apagado, parecía que el tiempo se había congelado, lo único que había cambiado era la pequeña animita que recordaba mi muerte.
-Sabia que volverías, dijo alguien a mi espalda.
Hola, primero que nada gracias por leer este nuevo fragmento de simplemente una historia y si te has perdido los otros los dejare mas abajo, me encantaría conocer tu opinión como va la historia, si cambiarías algo o algo no te gusto o que te pareció, seria grato saber su opinión y bueno si te gusto esperen el próximo fragmento el siguiente domingo. Mil gracias