sábado, 19 de diciembre de 2015

Flor del desierto

Crees que el amor puede ser como la flor de un cactus, soportar años y años de sequías para florecer en un momento, cuando pueda encontrar todo esos recursos que necesita, para mostrar al mundo su belleza, aunque tenga que florecer por solo unos días antes que la arrides del desierto la vuelva a matarla, crees que nuestro amor se pueda comportar de esa  manera.
Crees que seremos como un cactus viviendo en esas condiciones tan adversas que soportaremos como ellos la arrides de la distancia y cuando por fin se den toda las condiciones nuestro amor se vuelva la flor de nuestro desierto.
Fui una estúpida cuando creí en tus palabras, en que soportarías la arrides de la distancia, tu no eras una planta del desierto como lo era yo, tú necesitabas constantemente tener una fuente de agua a tu disposición, necesitabas estar regado y no sometido a condiciones extremas,  Fui ingenua, inocente tal vez al decirte que a pesar de todo estaría a tu lado aunque no fueras mio, sin embargo no soporte la idea de verte con otra o tal vez mi corazón no soporto la realidad en que cuando me decías que me amabas también se lo decías a ella, cuando decías estaré esperando que regrese estabas acompañado de ella. Sin embargo ya han pasado meses desde ese adiós que no fue adiós porque no fui capaz de enfrentar nada y solo rompí en lagrimas en los brazos de mi hermana menor, ya han quedado atrás las noches en que mi peluche fue testigo de las lagrimas, son simplemente un mal recuerdos todas esas veces que pedí a mi corazón que no se emocionara cuando sonaba el teléfono que jamás serias tu, ese miedo que tenia al salir de casa cuando fui en vacaciones y encontrarte en mi camino, simplemente son recuerdo, no diré que todo sentimiento por ti esta muerto, pero lo siento si algún día volvieras a cruzarte en mi camino pasaría a tu lado con la cabeza en alto y una sonrisa en los labios, para que veas que no acabaste conmigo, soy una flor del desierto se lo que es la arrides, las condiciones mas difícil en las que puedo vivir, si eso no acabo conmigo, un corazón roto tampoco lo aria.

lunes, 14 de diciembre de 2015

hoy y siempre

Hoy sentí el roce de una lagrima,
rodando en mi mejilla,
al recordar todo aquello
que algún día vivimos juntos.
...
Hoy sentí mi corazón detenerse
con el sonido de una canción,
que me recordó a ti en el mismo momento
que rogaba porque estuvieras conmigo.
...
hoy sentí que alguien me llamaba,
al darme vuelta me pareció verte
y sentí que que el corazón estallaría,
pero fue solo un juego de la mente.
...
Escondiendo mis lagrimas mire al cielo,
buscándote en esas nubes que hoy es tu hogar,
intentando encontrar en esa inmensidad
esa resignación que no he encontrado con el tiempo.
...
hoy y para siempre seras tú
el único al que extrañare toda mi vida.
Es un 14 más en esa interminable linea de tiempo en la que tu ya no estas, hoy y siempre te extrañare mi pequeño guardián, sabes que te adoro con todo el alma.

martes, 8 de diciembre de 2015

Simplemente una historia (parte 23)

Él me quedo mirando fijamente varios segundo, sostuve su mirada y pude observar las lagrimas correr por su mejilla, aquellas que me daban la respuesta a mi ruego.
-No puedo, no es mi dominios, yo no puedo recolectar las almas en el tártaro, Zimar sera su sueño si muere, lo siento Javier, dijo Azrael levantándose para intentar simular las lagrimas que comenzaban a caer con mas frecuencia por su mejillas. El corazón que hora sentí dejar latir era el mio, no podía hacer nada por ella, no podía salvarla de la condena de perder sus alas, sentí que ya no podía respirar, no podía ser el final, no podían darme esas dos opciones, no podían pedirme que la destruyera o que la dejara volverse un demonio, ella había luchado por volver a tomar el control de su mente para no dañarme, ella siempre busco la forma de salvarme, de protegerme incluso ahora que era su vida la que estaba en juego ella había buscado la forma de librarse para no dañarme, simplemente no podían pedirme que pasara todo eso por alto, porque no había mas que estúpidas reglas que seguir, dudaba que ella hubiera escogido suicidarse no lo había hecho en todo los años de sufrimiento que había vivido y menos cuando a mi se me condeno a la muerte, ella no había escogido ese camino, sin dudarlo sabia que Zimiar era responsable de las heridas que sus muñecas lucían.
Apoye mi frente en la suya en el mismo momento que su corazón dejaba de latir, la abrace fuerte aguantando las lagrimas que se acumulaban en mis ojos.
-Desaparecerá y volverá como demonio, no nos recordara y sera una mas de la colección de Zimiar, dijo el ángel de la muerte, no quise abrir los ojos, no quise moverme, frente a esas palabras, no era capaz de mirar a Azrael, le había fallado a el también, le había obligado a ver morir a su hermana, porque no había sido capaz de enfrentar las obligaciones que se me pedía.
La abrace fuerte intentando calmar ese nudo en la garganta, pero no fui capaz, no era capaz de soportar su muerte, no podía resignarme de que no había nada mas que hacer y simplemente grite todo ese dolor, la frustración  de ser un ángel guardián que no podía proteger a su protegido, queria poder volver el tiempo atrás, quería estar para siempre a su lado.
-Por favor, no te vayas, te lo suplico, no puedo seguir con esta eternidad sin tu alma a mi lado, fuimos creado a partir de la misma luz, dije abriendo mis ojos para ver ese rostro angelical que parecía dormir un sueño eterno, mis lagrimas comenzaron a caer en sus mejillas, cada vez mas seguido, no recordaba nuestras vidas pasada pero sabia que habíamos sido creado para estar siempre juntos, un alma dividida en dos, sentí que mi mismo corazón comenzaba a morir con su muerte, seguía suplicando que regresara mientras las lagrimas seguían cayendo, sin embargo fue en ese momento que mis manos comenzaron a brillar, con la luz blanca azulada, cálida, una luz muy bella, que pronto cubrió todo mis brazos, esa luz logro tranquilizar mi corazón herido y seco mis lagrimas, vi a Azrael pararse y acercarse asombrado, esa luz pronto me cubrió por completo, me sentí calmando y ligeramente somnoliento, sentía que mis ojos se cerraban y cuando volví a abrir ya no tenia entre mis brazos a Noemi y no estaba en esa cueva desolada si no en un lugar blanco completamente y frente a mi estaba una mujer de tez pálida, de ojos azulados que llevaba un vestido del mismo tono que su mirada y me sonreía con calidez.
-Bienvenido ángel guardián, me dijo con voz dulce.
-¿Donde esta Noemi?, pregunte de inmediato.
-Aun en el plano al cual perteneces, soy la diosa Eira, mi don es la sanación y tus sentimientos a esa niña han conmovido mi alma inmortal, el amor que ella a mostrado por ti y el mismo amor que tú has mostrado por ella, han logrado por primera vez en siglo que rompa las reglas y os quiera ayudar, dijo la mujer con ojos bondadosos.
-Me disculpa no puedo comprender la, le dije confundido.
-Soy la encargada de enseñarla a los ángeles como sanar, en cargada de los ángeles sanadores, pero este don es solo para las mujeres, pero a ti te lo quiero conceder en esa ocasión, para que puedas sanar a tu protegida y ella pueda volver, dijo Eira.
-Podrá volver Noemi, dije con entusiasmo.
-Podrá volver tu amiga, pero no olvides que ella vivirá y tu seguirás muerto, realmente lamento el destino a que han sido condenado, cuídate ángel guardián y cuídala a ella que detrás de los dos hay fuerzas oscura, dijo la mujer acariciándome el rostro, en el mismo momento que volvía a abrir los ojos en la cueva, Azrael me miraba fijamente y yo ya sabia que tenia que hacer, me concentre en acumular esa luz en mis palmas  con la que cubrí las herida de la muñecas de Noemi y cuando la luz se extinguió ellas estaban curada.
-No puede ser, esta prohibido que los dioses intervengan, Eira no puede haberte dado el don, dijo incrédulo el ángel de la muerte, pero fue en ese momento que ella tocio y abrió los ojos y al verme sonrió.
-Gracias por mostrarme la luz a casa, me digo casi en un susurro, yo le sonreí.
-Debemos llevarla de vuelta antes que su cuerpo se deteriore más, dijo Azrael intentando salir un poco de su asombro, tome en brazo a Noemi que había vuelto a perder la conciencia, pero respiraba impasiblemente, tenerla entre mis brazos hizo que me invadiera el sentimiento que tenia miedo ni siquiera pensarlo, la quede mirando fijamente y quise besar la.
-No lo hagas, no te ara bien a ti ni a ella, no lo olvides, ella aun tiene una vida por la que seguir y vivir atada a tus recuerdo no la dejaras, se su guardián y vela por que tenga un futuro, me dijo Azrael tocando mi hombro, el tenia razón aunque no me gustara ella merecía tener la felicidad que se nos había negado y mi deber era velar por que nada malo le fuera a pasar.
El ángel de la muerte nos devolvió a la sala de hospital, estaba aun en la UCI, pero ahora tenia mucho mas maquinas conectada, mi padre estaba acostado durmiendo en un sofá junto a Amanda, mientras que mi madre estaba al lado de la hija de su amiga sosteniendo sus manos, Azrael me indico que dejara su alma en su cuerpo y así lo hice.
-Ahora que, pregunte.
-Debemos esperar que encuentre el motivo de que siga viviendo, me contesto y yo me acerque a ella.
-Por favor, vuelve mi pequeño ángel, le dije tierna mente mientras acariciaba su rostro.
Bueno aquí les traigo en fragmente 23 espero que le halla gustado y les pido disculpa por haberme tardado mucho en publicarlo, la universidad y el echo de que no he tenido inspiración no me facilitaba subirlo, pero por fin esta y les digo que la historia me encanta mucho y espero que a ustedes igual y pronto traeré un nuevo fragmento, gracias por leer.
Fragmento 1                 Fragmento 2
Fragmento 3                 Fragmento 4
Fragmento 5                 Fragmento 6
Fragmento 7                 Fragmento 8
Fragmento 9                  Fragmento 10
Fragmento 11                Fragmento 12
Fragmento 13                Fragmento 14
Fragmento 15                Fragmento 16
Fragmento 17                Fragmento 18
Fragmento 19                Fragmento 20
Fragmento 21                Fragmento 22