viernes, 21 de febrero de 2014

Soldado y pelirroja, una historia de batallas

-No puedes amar a un monstruo como yo, dijo el joven vestido de soldado, la chica de cabello rojo lo quedo mirando un instante antes de sonreír.
-Yo no veo a ningún monstruo aquí, yo solo veo al chico que un día me robo el corazón, una persona bondadosa, que protege al mas débil, que cuida de las personas que ama, que defiende sus ideales y convicciones, dijo la pelirroja, el chico la quedo viendo con una mirada seria, el muchacho que ella describía había muerto mucho tiempo atrás, cuando decidió seguir su vocación, se sentía orgulloso de la vida que había decidido tomar, viviría como héroe o moriría como tal, debía absoluta obediencia de las ordenes que le daban, y era bueno en lo que lo habían entrenado, un soldado nato como le había dicho su instructor en los meses de entrenamiento donde templaron su carácter, su determinación se volvió inquebrantable y en su espíritu se implanto la determinación de defender su nación a costa de su propia humanidad como el se había dicho una noche en sus sueño a el mismo, era leal con sus camaradas, las vidas de sus amigos de armas para él eran más importante que la suya propia, un hermano no se le dejaba abandonado en el campo de batalla jamas, había que luchar con honor y morir como valiente antes de huir como cobarde.
-Lo siento, la guerra cambia hasta el hombre mas bueno que hayas conocidos, te rebela una parte tuya que no conoces, muestra lo que eres capaz por sobrevivir, solo eres un instrumento, un arma para cumplir misiones, el enemigo debe ser reducido para que la nación gane, olvidarse que alguna vez tuviste corazón y alma, para que tu mente, tu cuerpo sea capaz de hacer lo que se espera de ti, dijo el chico soldado mirándola a los ojos, a pesar de sus palabras fría sin emoción, ella vio en sus ojos esa bondad característica de el, ese niño con quien había crecido, al que le escucho decir feliz que lo habían aceptado en el ejercito, al que una noche bajo un cielo estrellado le había contado con voz emocionado, que por fin había decidido que hacer con su vida, que había encontrado algo que lo llenaba y le despertaba la pasión de su corazón, pero que le había pedido permiso para correr tras su nuevo sueño, permiso que ella no se lo había negado y jamás le negaría nada.
-Tienes que aprender a perdonar lo que hiciste, a ser menos duro contigo, a conciliarte con el pasado si quieres tener un futuro, y para eso yo estaré contigo, apoyándote, espantando a tus pesadillas, sacándote de tus miedos, como tú una vez lo hiciste conmigo, dijo la chica de cabellos rojo, el joven soldado había aparecido en su vida en la peor etapa de ella, cuando ya había perdido las fuerzas de vivir, y caía a un hoyo tan profundo que no creía capaz de recuperarse, en el momento en el que ella abría la boca mas de una persona terminaba llorando y otros cuantos heridos, ella ya se había cansado de luchar contra el cáncer que había llevado por años y que en los últimos tiempos amenazaba con terminar todo tan rápido que le había quitado su espíritu y secado su corazón, sentía odio contra todo el mundo, con la vida tan injusta y contra ella por ser tan débil que no podía presentar lucha contra la enfermedad, entonces él había aparecido la había librado de sus miedo, le había regado su corazón para que volviera a florecer, la había sacado del hoyo y le había enseñado a pelear contra una enfermedad que a los meses de estar a su lado había comenzado a vencer y salir victoriosa contra ese enemigo que había asechado a su cuerpo por años en franca guerra, comparo la realidad de la guerra que ella enfrento en su cuerpo en soledad los primeros años y con su compañía en los últimos, el había enfrentado una de las guerras mas crueles de la ultima época solo, perdiendo su identidad, y ahora aunque estaba de vuelta en casa, su mente y espíritu continuaban en esos campo de batallas, ahora ella podía devolver el favor que él había echo por ella, ahora ella podía ir por su espíritu a esos campos inhóspitos, devolver el corazón arrebatado al hombre al que amaba.
-Yo he matado a tantos que ya he perdido la cuenta, hice actos horrorosos, que jamás podre contarte, tú peleabas contra una enfermedad, nunca le hubieras hecho daño a nadie, dijo el chico de traje de soldado y por sus ojos rodaron las primeras lagrimas, la pelirroja se acerco a él y lo rodeo con sus brazos en su cuello, lo miro fijamente, mientras el mismo la rodeaba por la cintura.
-Nunca jamás, seria capaz de dejarte solo, menos que ahora has vuelto a mi después de tanto tiempo sin tenerte, y prometo, te lo juro que te ayudare a sanar las heridas que quedaron en tu corazón, dijo la chica de cabellos rojos mirándolo, el soldado quería y deseaba aferrase a esa idea, que ella fuera capaz de librarlo de los fantasma que lo atormentaba, la pelirroja se acerco a él y lo beso después de tanto tiempo.
(imagen edita por mi n.n)


1 comentario:

  1. Excelente relato, el amor lo puede todo, incluso permitir que una nueva vida comience luego de tanta batalla... un placer leerte Danyela.
    Te deseo un hermoso fin de semana!
    Besos.

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