Una flor a crecido,
bajo la luz de la luna,
bajo la calidez de la noche.
...
Una flor ha sido arrancada,
del corazón de la tierra,
ha sido llevada lejos de su hogar.
...
La han llevado a marchitarse,
sin el roció del amanecer,
a morir sin la calidez de una caricia,
en el silencio de un abismo
de oscuridad y lamentos.
Unos versos que esconden una verdad muy grande.
ResponderEliminarArrancar flores es condenarlas a marchitarse en poco tiempo.
Yo hago otra lectura de estos versos y te lo comento.
Cuando el amor nace, todos tenemos la sensación de que será eterno e inamovible. Posiblemente, igual que la flor, bajo la luz de la luna y las noches estrellas, el amor encuentra más fácil nacer. Luego se lo damos a alguien, como se puede regalar una flor. Y puede que no sea aceptado el regalo. De esa manera, la flor se secará de inmediato, porque nuestro impulso, por el dolor del rechazo, será tirarla (podemos llegar a ser muy egoístas) y lo mismo pasa con nuestro amor no correspondido, que se acaba consumiendo entre oscuridad y lamentos, si la luz que necesita, no es ofrecida.