Hay un nuevo cantar en el aire,
hay un nuevo verso en sus labios,
hay una nueva mirada, en esos luceros,
hay un silencio sellados en sus labios.
....
Si pudiéramos ver su alma
sin dudar dos veces veríamos tristeza
a un ser apagado y sin brillo
un corazón ausente en un cuerpo vació.
...
Ya no hay rastro de la niña
ni de la joven que alguna día fue,
ya ha ganado la tristeza
una guerra que por fin ha acabado.
Avanzamos y al hacerlo vamos llenando la caja secreta de nuestr alma, todos esos compartimentos en los descansan sentimientos, razón, pensamiento o calma...
ResponderEliminarHay momentos mejores y otros peores pero todos nos enseñan algo para ese futuro que está esperando como un lienzo ser pintado.
Un salud✴
¿Estás segura que ya no hay rastro? A fin de cuentas, es la misma persona ¿no? Ese guerrero que vuelve de la batalla con sus demonios, con la mirada cambiada, con la cara llena de cicatrices y con el corazón endurecido, sigue siendo esa persona tierna pero entrenada para enfrentarse a la dureza de la vida. Creo que lo que ocurre es que esa tristeza de su alma que se ve en su alma dura tanto que ha olvidado las maneras de sonreír, el sonido y la paz que te embarga cuando lo haces. Y alguien tiene que ayudar al guerrero a recuperar su estado natural. Porque aunque lo veas sin puntos débiles en apariencia, bajo todas las capas de escudo que protegen del dolor, sigue brillando el mismo corazón que no ha cambiado. Pero no puede abrir por él mismo la puerta y alguien tiene que meter la llave en la cerradura para ayudarlo a salir. ¿Quién es ese alguien? Alguien que también haya sido un guerrero y haya conseguido despertar a tiempo, siguiendo ese rastro, que sí hay, que existe, por mucho que cueste verlo.
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