domingo, 7 de septiembre de 2014

Fugitiva

Supe en cuanto vi a lo profundo de esos ojos que serian mis juez y verdugos, que ellos me condenarían a la sentencia de porvida que en esos momentos llevaba huyendo tal cual prisionero fugitivo de la ley, escondiéndose y temeroso de ser atrapado,
Pero fui descubierta, fui delatada por esa sonrisa que se escapo de mis labios que se habían negado a confesar todo lo que sentían hasta ese momento en que mi escapada me encontré con quien seria mi captor, mi carcelero hasta la eternidad.
Cual prisionera no opuse resistencia a ser llevada a esa cárcel que ahora anhelaba morar, ahora comprendía que tanto huir era en vano cuando estabas presente en mi vida de hace tanto tiempo, era inútil seguir evadiendo mi realidad, escapando de mi sentencia, era inútil no ser la prisionera del hombre a quien amaba mas que mi propia vida, de aquel que me condeno a las flechas de cupido, era drogadicta a sus besos, ladrona de sus abrazos y la jefa de la mafia en su corazón.



2 comentarios:

  1. El título le va perfecto a la entrada, la cual he de decir que me ha gustado mucho.
    Un saludo :)

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  2. Una manera muy hermosa, pero muy hermosa de expresar que cuando el corazón es atravesado por las flechas de Cupido, aunque salgamos corriendo porque no queremos enfrentar la situación, no hay nada que hacer. Vagamos en esa cárcel donde queremos estar. No nos importan los horarios porque estamos en un estado que casi, casi, es onírico y sólo se puede olvidar cuando caemos rendido de sueño y nos quedamos dormidos. Es curioso que durmiendo sea cuando dejamos de soñar...

    Cuando todo el peso de la ley cae sobre nosotros nos damos cuenta de que por fin la ley ha sido justa y seamos fugitivos o prisioneros, con los atributos que nos acompañan, pensamos que por fin, la vida tiene sentido.

    Un abrazo guapísima. Que la semana que comienza esté llena de cosas bonitas en tu vida.

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