Una mañana soleada,
Una tarde calurosa
Una noche despejada,
cada vez que aparecías
a dejar sonrisas en mis labios.
.....
Me decías que era tu sol,
el ave que vuela en el cielo,
la luna que brilla en tus noches.
.....
Yo contestaba que eras mi sonrisa,
la otra parte de mi alma,
mi tiempo eterno,
mi amor de verano,
que se había vuelto inmortal.
.....
Eclipsando dos cuerpo
dos alma, en una alba eterna
en un momento fugaz
en un amor estelar.
Bonito poema de amor, muy tierno y calido.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Es precioso sentirse así!
ResponderEliminarLo has descrito de una manera que me ha llegado Inori-Sam.
Cuando encuentras a la persona que te complementa te preguntas cómo has sobrevivido todo este tiempo
Un abrazo!
Me ha gustado mucho, lo has descrito perfecto. Hay varios versos que fueron geniales.
ResponderEliminarAbrazos con cianuro. ¿Ya has desayunado? :)