-No, pero a ayudado que no asesine mi alma con estos sentimientos suicidas.
Pero yo olvide como se llora, me engañado tantas veces tras esa bella mentira de que estoy bien, que ya no se como se desahoga la lagrimas de un alma apagada, por eso dejo que el día llore por mi, esta melancólico como mi caminar.
Entiendo este texto como un gesto del aparentar la fortaleza y quizá sea esa idea, estúpida a mi parecer, de que el llanto es una señal de debilidad.
ResponderEliminarQuizá es que uno acaba aprendiendo que moverse por las cosas que llenan su vida y usa las armas a su disposición para enfrentar los momentos. Y yo he usado tantas veces el llanto ya sin avergonzarme de ello, que no comprendo que alguien elija no llorar si lo necesita. A veces, de hecho, es la única arma que nos queda. Cuando el cielo está negro, cuando no encuentras valor para suplicar a nadie una palabra, cuando no lo haces por miedo a molestar, por miedo a romper el equilibrio de esas personas que tienen algunos lazos con nosotros, cuando el aire no encuentra la vía y no hay una voz que la guíe, cuando los pulmones se cierran y no hay una caricia que los abra... creo que sólo queda llorar... o seguir soportando lo insoportable.
Y bueno, me ha gustado mucho esa metáfora de que sea el día el que llore por ti, si al final, te da el desahogo que las lágrimas derraman fuera de tu interior.
Un abrazo mi niña, y que tengas un fin de semana lleno de cosas bonitas y sueños cumplidos.