martes, 12 de mayo de 2015

La niña de la luna

Se sentó al borde de aquel precipicio a contemplar la luna que esa noche dominaba el firmamento, se sentía feliz de solo verla había olvidado las tristeza de las horas previas a la anochecer, se había callado esa voz en su mente que solo resultaba en problemas y amarguras para su corazón lastimados sin motivo alguno.
Pero esa luna de platino curaba su corazón herido, silenciaba a los fantasmas nocturno y le daba una luz a ese mañana en tinieblas, esa luna que había sido amiga suya desde el abrir de sus ojos a ese mundo cruel que ella llamaba hogar.
Había nacido una noche de luna, en un hogar sin amor, sin futuro sin esperanza de alegría, sin embargo ella era la niña de la luna para su alegría secreta.

2 comentarios:

  1. Bonito texto retratas una bonita pero triste imagen.

    un abrazo!

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  2. ¿Qué tendrá la dama de la noche que es capaz de embrujar los sentidos y de curar los miedos y las heridas solamente con contemplarla?

    ¿Lo has probado alguna vez? Ahora mismo se me viene a la memoria una noche, durante el verano del año pasado (el mes de agosto) en las que me fui al campo de mi abuela, que en paz descanse, a mirar el cielo para ver la lluvia de Perseidas que nos visitó durante aquel mes. Fue complicado, porque coincidió con una super luna que iluminaba todo el cielo, pero aún así, se pudo ver algún destello. Sin embargo, la visión de la superluna eclipsó a los demás. Por aquel entonces, había heridas, heridas provocadas por una persona que hasta hace poco no he empezado a olvidar, después de casi un año. Pero sí que recuerdo que aquella visión tan hermosa y grandiosa, provocó un consuelo que agradecí mucho.

    Y esta historia, me ha hecho recordar aquel capítulo del verano pasado. Gracias ^_^.

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