Todo tiempo a acabado,
el reloj se ha detenido,
y sus agujas han dejado
de jugar al pillar.
....
Los minutos son recuerdos
y las horas una vida mejor,
de algo tan lejano ahora
en este presente sin nombre.
...
El tiempo tan lineal,
tan sin alma, sin recuerdos
se a acabado tras mi,
mi tiempo de arena por fin
a llegado a su fin.
Tal vez sea uno de los últimos poemas que me lean, estoy pensando en cerrar el blog y abandonar la escritura, espero de corazón que sea de su agrado y aun espero que pase algo que me la fe en mi y en mi escritura.
Si pueden les invito a que le den un me gusta a mi pagina de face.
Por lo que veo, no has abandonado la escritura. Aún me quedan seis entradas más que leer. Pero te entiendo, y con la edad que tienes, te entiendo más aún.
ResponderEliminarYo a tu edad, ya estaba casado y era padre. Eso hace que ahora, con 36, tenga una experiencia dilatada de lo que es la responsabilidad, de lo que es el dolor, y de lo que es ilusionarse de nuevo, después dle tiempo necesario, cuando las cosas acaban.
Pero en este tiempo, hace 4 años ya. Pasé por este estado de pensar en borrar todo lo que había escrito. Y llegué a hacerlo. Por fortuna, blogger permite recuperar los blogs si no pasa demasiado tiempo desde que los eliminas. Pero estuve un tiempo sin escribir nada. Porque creía que no tenía sentido.Un buen día, recibo un correo y en él alguien me cuenta que lo agradecido que se siente por un romance que escribí que se titula "sabor". Aquí te lo dejo, por si quieres echarle un vistazo.
¿Que sabor tiene tu piel?
Imagino que es a luna,
o puede que sea a viento
o fragancia del azúcar.
¿Que sabor tienen tus labios?
Es a pétalos de espuma,
sin la sal que lleva el mar
que se cambia por dulzura,
que desprende este silencio
que se esconde en tu cintura.
¿Que sabro tiene tu voz?
Pues me sabe a las alturas
a las que llevas a mi alma
cada vez que a ti te escucha.
¿A qué sabe tu mirada?
A caramelos de lluvia
a las flores del jazmín
que a mis momentos endulza.
¿Cuál es el sabor de tu alma?
Sabe a la estrella que alumbra
la oscuridad del camino
en la paz de mi fortuna
que me llevo a encontrarte
y al final de toda duda,
que aumentaban en mi mente
hasta que vio tu figura
quedarse dentro de mí
y apresarme en su ternura.
En el mail me decía que había usado esto para declararse a la chica de la que estaba enamorado. Y que tras acabar, ella lo abrazó. Me emocioné muchísimo, como un inmaduro, como un crío al que le han traído una caja de colores nueva. Como no se emociona la gente de 32 años que yo tenía por aquel entonces. Y sé que la chica no le dijo que "sí" por el romance, ella tendría sentimientos hacia él y el romance sólo fue un gesto más, un detalle más que dos personas pueden compartir. Pensé qué hubiera ocurrido si yo cierro el blog y lo borro. Pensé si el hecho de querer dejar de escribir sólo porque una mujer me abrazó en un aeropuerto, me dijo que me quería y luego no volvió a dirigirme la palabra, merecía la pena que dejará de hacer algo que me llena tanto y que, en aquel momento, alguien me estaba agradeciendo que escribiera. Y me estaba contando una historia preciosa en la que uno de mis escritos estaba presente. Y la respuesta es clara. No, ningún desamor, ningún amor, nadie ni nada, vale tanto como para dejes algo que llena tu vida. Y si eso que llaman amor te obliga a dejar de escribir, entonces, esa persona no es muy afín a ti. Creo que la primera regla del amor, es el respeto.
Y este tiempo de arena me ha recordado muchísimo al estado en el que me encontré yo cuando pasó esta historia que te he contado. Después de separarme de la madre de mi hijo, esta mujer devolvió la luz a mi mundo y yo puse luz en el de ella. Pasamos cuatro días juntos que puedo decir que son de los mejores de mi vida y luego, el miedo pudo con ella y también conmigo, por rendirme cuando ella dejó de querer saber de mí, me dejó hecho cenizas, me dejó en el borde del abismo del reloj. Y consideré muy en serio la posibilidad de no escribir más. Y mucho menos, versos de amor. Pero entonces recordé que había estado sin escribir mucho tiempo. Recordé lo que sentí cuando volví a rimar. Y seguí rimando. Y aquel correo de aquel muchacho, fue la recompensa más bonita que he recibido por mi escritura.
Si quieres, te dejo otro comentario que he recibido en una entrada más reciente, un poco alocado ^_^, pero que espero que te transmita que el dolor, el final del tiempo, no es un motivo para dejar de soñar. Y ojo, que soy consciente de lo que duele y de todas las cosas que se te pasan por la cabeza. Échale un vistazo a esto y dime si por cosas así, no merece la pena seguir escribiendo, aunque a veces no te lea nadie ^_^. http://masrimasdelalma.blogspot.com.es/2014/03/cancion-de-amor-xi-almas-gemelas.html
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