Un amargo catorce

Veo el amanecer de un nuevo catorce, el cual trae un sabor más amargo de lo habitual, ya han pasado dos años y cuatro meses y ellos no pierden su sabor amargo, su tristeza cargada en su aproximar, el dolor de un adiós no deseado, las ganas de volver el tiempo atrás hacer lo que no se pudo, tomar mejor las decisiones para no haber acabado todo como termino, tener una segunda oportunidad, pero eso solo queda en letras de canciones.
Es más amargo este catorce en especial, porque realmente deseaba terminar este año 2013 dejando para este aniversario la flor blanca a los pies de tu tumba, pero porque la vida es caprichosa no podre, aun no habré regresado de mi segundo año de universidad, estaré en pleno viaje y aunque mi corazón había prometido ir a dejarte la flor, para darte las gracias por iluminar siempre mi camino, calmar la angustia y los temores de mi corazón, ser el consejero en mi soledad, y el guardián de mi destino, no podre dejártela ese día, discúlpame, pero no estuvo en mis manos el poder decidir, sin embargo en cuanto este en nuestras tierra iré a verte ángel de mi corazón, amigo mio aunque ahora estas en el cielo te siento mas cerca de mi corazón.
Quiero contarte aunque ya sé que ya lo sabes que lo hemos echo bien este año en la universidad, gracias a ti hemos logrado pasar todo nuestros ramos (bueno se que nos falta conocer uno pero se que me ayudaras en el) y por lo tanto ya terminamos el bachillerato de ciencias básicas para comenzar lo que es ahora la carrera de bioquímica, te prometo siempre esforzarme para que estés orgulloso de mi en el cielo, prometo hacer cosas buena siempre y agradecer los días porque se lo que se siente el que te lo hayan quitado, tu merecías vivir todas estas experiencia, sentir todas las vivencias, sensaciones que trae esta nueva etapa de nuestras vida, pero no se pudo debiste marcharte antes y no sabes cuanto me duele el no haber hablado una ultima ves contigo, no decirte que eras muy importante, no contarte un montón de cosas, pero se que ahora estas en el cielo cuidándome y protegiéndome (por lo menos a eso me quiero aferrar no solo al dolor de tu partida) y esperando que nuestra historia vuelva a comenzar.
                   Me despido de ti en esta nueva carta mandándote un abrazo y un besos al cielo y recordándote que lo prometido sigue mas en pies que nunca, nuestra promesa que solo tu y yo sabes siempre estará en primer lugar para mi, mi ángel de la guarda.

Una flor, solo una flor

de pétalos blanco

a los pies de tu tumba

son los gracias y los extraños

que te puedo obsequiar,

Solo una flor para ti.